jueves, 25 de junio de 2009

Asado Argentino


El asado argentino, tradición y culto de las familias y grupo de amigos, consiste básicamente en asar las costillas de ternera junto a otro tipo de cortes de carne: el vacío, la entraña, el matambre y las víseras u órganos internos del animal: riñones, hígado, intestestino delgado o "chinchulín", mollejas, seso, etc...

El fuego, hecho a base de quebracho o carbón vegetal obtenido de diferentes tipos de árboles, es un silencioso protagonista. No puede ausentarse ni puede tener demasiada presencia. No está establecido un mínimo de distancia entre la parrilla y las brasas; habitualmente suelen ser unos diez centímetros.

Quienes comen habitualmente un asado, montan detrás de la casa una barbacoa o parrilla, con diferentes niveles de altura, y en muchos de los casos, con un sencillo sistema de elevación, utilizando una manija lateral para subir o bajar la parrilla.

Típica excusa para juntarse en la casa de alguien, los invitados llegan una o dos horas antes de que la comida esté a punto, para el pica-pica, el vermout, o como lo llaman allí, la picada.

Es casi una norma no impresa ni publicada en sitio alguno, que nadie más que quien cocina manipule el fuego y la carne. Es algo implícito que cada anfitrión sabe; a nadie le agrada que le muevan el fuego, le agreguen más leña o le toquen la carne, para ver cómo está, si le falta, si le sobra, si más abajo o más arriba. Cada uno tiene sus modos y maneras de cocinar, como así también los caminos para llegar al producto final.

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